jueves, 18 de noviembre de 2010

NOVIEMBRE


Ayer confirme lo que temía... tener un trauma en mi... y es que es común que todos se lastimen con viejas vivencias, que igual lo recuerdes y te duela, o te de nostalgia...pero yo no soy quien recuerda, yo no , es mi cuerpo, mi maldito cuerpo enfermo, cada noviembre desde hace dos años pasa lo mismo, esa tos, esa tos que empieza intentando gritar y sacar lo que traigo dentro, luego ese malestar en mis vías respiratorias intentando llorar y escupir cuanta amargura traigo dentro, cuanta tisteza traigo dentro, y es que a pesar de que los fantasmas se han ido, a pesar que el amor me toma de la mano, a pesar de que mis pocas metas casi las toco, no me siento... todo me sabe al mismo sabor, odio ser yo a veces, tan simple, tan igual, y es en noviembre cuando mi cuerpo le reclama a mi razón, ese desequilibrio, esa insatisfación, es triste llegar a estos extremos, pero no veo otra causa, un virus en las mismas fechas, no lo creo... en noviembre soy tan bulnerable, más que en los otros malditos meses, a un mes de que se acabe el año, un mes en que recapitulo, un mes en el que me siento en el mismo lugar, con las manos vacías,con mis pulmones llenos de aire de angustia y desesperanza y con el corazón helandome el alma...

jueves, 4 de noviembre de 2010

un lugar...

La mayoría de las mañanas frías...pienso en ti... en que si tu abrazo estuviera cerca, el calor de tu cuerpo con el mio seria una maravillosa armonía, cuando veo tu ser asustado, saco mi armadura y suelto palabras y hechos para defenderte de todo aquello que te pueda dañar, cuando tropiezo se que al voltear estarás ahí para evitar mi caída, es tan lindo saber que existes, que estas a mi lado queriéndole tanto, amandome más, esas mañanas de frió con el sol tan indefenso y tu tomando mi mano, siento tanto, soy tan feliz...y al ver que no solo es un amor nuevo, no es el chispazo de cuando dos almas infelices se encuentran, es una llama que quema y calienta nuestras almas que por ahora sabemos que esta prendida y no sabes cuando se apagara, y no importa. Cuando te abrazo, cuando grito, cuando me calmas, cuando te calmo, sabes que al final del dia, las cosas inútiles nos son indiferentes, porque nuestro amor que esta enamorado de nuestra razón, hace sentirnos tan inexplicablemente dichosos, aunque no nos tengamos cerca el solo pensarnos y llegar a esa ciudad del Tar... ese lugar donde nuestros recuerdos reviven para amarnos cuando nuestros cuerpos se ausentan, basta... no queda más que suspirar, disfrutar y vivir esta vida que realmente lo es.